restoring our biblical and constitutional foundations

                

 

Dios no me hizo para Sufrir

Parte II

Becky Lynn Black  

En la consideración de esta afirmación, nosotros estamos forzados a retroceder a nuestro sistema de creencia, y como hemos formado nuestra creencia durante los años. Estamos obligados a preguntar acerca de la fiabilidad de nuestro sistema de creencia. La mayor parte de nosotros tiene un sistema de creencia que es la combinación de programas de televisión y radio, predicaciones los domingos y las conversaciones con amigos. Todas esas cosas  cambian con el tiempo; cada temporada trae su nuevo pensamiento. Pero hay una Verdad que permanece inalterable durante todo el tiempo; esto fluye del corazón mismo de Dios, quien es invariable. Solo su Verdad puede resistir  la Vida y sus sufrimientos. Solo su verdad da un entendimiento correcto de la Vida, y la Verdad está únicamente fundada en las Escrituras, las escrituras de Dios verdadero y vivo como es ensenado por el Espíritu Santo.

Durante los 8 meses pasados, he estado pensado mucho en esta afirmación hecha por un joven que está sufriendo en Etiopia. Y he estado pensando acerca del sistema de creencias que surgen. En la primera parte, yo compartí como es muy importante que nosotros construyamos muestras creencias únicamente de fuentes confiables. La única fuente completamente confiable es en las Escrituras, aquella palabra escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo. Y cuando estudiamos aquellas palabras, debemos permitirnos a nosotros mismos para ser ensenados el significado por el Espíritu Santo, y no podemos ser ensenados por El a no ser que nosotros y nuestros pecados sean “cubiertos” por la pureza del Señor Jesús.

La cirugía viene a mí en solo unos días, y yo se que tendré  mucho dolor físico  en las semanas después de la operación. Incluso en la semana pasada, las lágrimas han rodado cuando yo considero la posibilidad de separarme de aquellos a quienes amo aquí. Como la  mayoría de las personas quienes han vivido mi edad, esta no es la primera vez que el dolor ha sido experimentado; han habido muchos, muchas veces de “dolor” físico, emocional, y espiritual.

¿Como puedo tener sentido de por qué Dios que es amoroso permite tanto dolor? No puedo  obtener esa seguridad y comodidad aparte de las Escrituras. Todas las otras razones racionales son sospechas, con algún desperfecto de pensamientos del hombre. Entonces habiéndome cubierto con la perfección del Señor Jesús, y sometiéndome a la enseñanza del Espíritu Santo como abrimos las Escrituras juntos, estos es lo que he aprendido acerca del sufrimiento en las Escrituras.

El sufrimiento vino al mundo de la existencia humana en el Jardín del Edén en la respuesta directa a la declaración de independencia hecha por el primer hombre y la primera mujer. La angustia que inmediatamente les siguió a ellos acto de la independencia nos ha hace eco  durante los siglos hasta hoy.  Por la razón de mi conexión a ellos, por mi asociación dentro de la familia humana,  estoy sintiendo esa angustia. Esta es la primera razón del por qué sufrimos.

¡La consecuencia de la primera declaración de independencia se ha extendido por todo el universo entero! Las escrituras declaran que “todo la creación gime (sufre, agoniza)…” Mucho de nuestro sufrimiento es la consecuencia de aquella decisión que se hizo en el Jardín. Nuestros cuerpos comienza estar débil, estamos agotados, tenemos malentendidos, las infecciones nos abruman, etc. Son una parte natural de la vida, un sufrimiento normal que se cae a nosotros porque vivimos este lado de la Caída y la Maldición.

¿Y cómo manejamos este sufrimiento? No podemos escapar. ¡El sufrimiento cubre el universo entero! Pero nosotros tenemos esperanza… ¡nosotros estamos esperando por la venida del Señor!

Usted ve, las Escrituras ensenan que un día el Señor Jesús vendrá y hará un nuevo Cielo y una nueva Tierra. El completamente quitara  todos los rastros de la deuda de pecado, y la Maldición será levantada. Hasta entonces, sufriremos de la Caída, pero no sufriremos en la desesperación. Sufrimos con un ojo sobre nuestra situación, y el otro ojo sobre el Cielo, mirando por el Uno Prometido a regresar. Su primera venida estuvo profetizada miles (¡Si, miles!) de años  antes de que El viniera. Tal como aquellas profecías fueran realizadas, entonces el profetiza sobre su segunda venida que será realizada.

Yo creo esta verdad. Si El ha prometido borrar todos los rastros del pecado, hacer un nuevo cielo y tierra, entonces El lo hará, porque El no puede traicionar su carácter. El no puede mentir. El no puede estar infiel a Su palabra. El no puede fallar en salvar totalmente a quien El ha prometido salvar.

Entonces yo sufro las cosas que todas las personas de la Humanidad sufren, me aflijo por la rebelión de Adán y Eva, pero Yo no me aflijo con desesperación. Mi mira esta en los cielos, mirando a quien regresara y reparara todas las cosas en Su Tiempo.

La segunda razón que sufrimos es una personalización de la primera razón. “¡Esto no es justo!,” algunos gritan. “¡¿Por qué debería yo sufrir en consecuencia a lo que ellos hicieron en el Jardín?!”

Pero déjeme ser honesta. ¿No hay allí dentro de cada uno de nosotros el mismo espíritu de independencia que tuvo Adán y Eva? Sé que lo mismo está en mí. Todo lo que tengo que hacer es mirar una “línea en la arena" (1) que Dios ha dibujado (para mi propio bien) y todo dentro de mi dice “¡NO! ¡Yo desearía ser mi propio jefe! ¡Controlare mi propia vida!”

Como algo absurdo debemos de pensar que podemos preguntar a Dios, como Eva hizo, y no sufre. Pero diariamente, abiertamente o secretamente, nosotros declaramos nuestra propia pequeña independencia de Dios el creador. Rechazamos venir bajo Su autoridad. Y cuando hacemos, sufrimos, tal como aquellos primeros rebeldes sufrieron. Y como ellos, muchos sufren con nosotros.

Nuestra cultura dice que nuestras vidas privadas son nuestras propias. Si solamente causamos dolor solo a nosotros mismos, está Bien. Y tragamos la mentira que pecado (CUALQUIER  pecado) puede ser guardado en nosotros mismos; nosotros creemos que solamente los autores del pecado sufrirán del pecado. Nuestra sociedad dice que mientras dispuesto a ser “adulto” acerca de esto, y llevar las consecuencias de ello, entonces está bien. Nos dicen que no hará daño a nadie más, está bien pecar.

¡Qué mentira! ¿Desde cuándo las consecuencias del pecado se quedan así de quien hizo el pecado? Llame un solo pecado donde no hay un efecto (2) en sus consecuencias. Una “pequeña mentira piadosa,” una “discreta aventura,” un “modo de vivir alternativo”—La consecuencia de todas estas cosas no son limitadas con los que las cometen.

¡Nosotros sufrimos, no solamente debido a la primera Caída, pero también debido a las caídas repetidas de nosotros y los que están alrededor de nosotros! Hay un precio que tiene que ser pagado por el pequeño espíritu de independencia, que el corazón de rebelión, aquel del autoengaño. Y el precio a menudo es pagado por el sufrimiento de las personas inocentes.

Hoy, quizás usted está cargando en su corazón o en su cuerpo las consecuencias del pecado de alguien—o quizás el suyo mismo. Tal como aquella  primera opción para la  independencia abrió una brecha entre Adán y Eva, entonces sus opciones abrieron una brecha entre nosotros y sufrimos.

¿Que hacemos cuando sufrimos por esta razón? Nosotros confesamos y somos perdonados. El dolor, el sufrimiento, están allí, pero ahora el “aceite curativo” ha sido añadido al sufrimiento. Y esto es más un sufrimiento  hasta la muerte, pero un sufrimiento a la Vida.

A veces pensamos que si confesamos y perdonamos, entonces el dolor es quitado. No es así. Para nuestro propio bien el dolor, la cicatriz, restos. En mi vida propia, yo he preguntado al Señor, “¡Por favor, no quites el dolor; no limpies la cicatriz. Mantenlo allí, de modo que no me tiente a repetir el pecado!”

¡Mis queridos hermanos y hermanas, para vivir una existencia sin dolor no esta el final y el todo de la vida! ¡La Santidad es el final y el todo de la Vida! El dolor es muy útil. ¡Y mientras el dolor residual de los pecados personales (nuestros y los de otros) puede ayudarnos a crecer en la santidad, en la pureza del pensamiento y la opción, en la dedicación mayor a la sumisión a Su camino, entonces dejarnos abrazar con el dolor como nuestro compañero y nuestro ayudador!

Entonces la primera razón de nuestro sufrimiento es la consecuencia de la caída que sucedió en el Jardín; nuestra identidad con la raza humana nos causa dolor. Pero nuestro sufrimiento no es nacido sin la esperanza; que nosotros tenemos un ojo hacia el cielo, mirando por su regreso para borrar la Maldición.

Y la segunda razón de nuestro sufrimiento son las consecuencias de las repeticiones en el Jardín en las vidas personales de hoy en día—nuestras y de las demás con quienes estamos asociados. Cuando esto se hace parte nuestra, debemos confesar nuestro pecado y perdonar el pecado de otros. De este modo nuestro sufrimiento es mezclado con el “aceite curador.” Y debemos abrazar la cicatriz residual para que permita ayudarnos a crecer en la santidad, en el compromiso más profundo a Su camino, y en una firma solidaria con Su persona.

Lecturas recomendadas: (Génesis 1-3; Mateo 18:21-35; Romanos 5:1-19 y 8:16-39; Hebreos 4:13-16 y 12:5-13; Tito 2:11-14; Santiago 5:14-16; Apocalipsis 21:1-5)

(Pronto la tercera parte: Otras razones para el sufrimiento.)


1) En ingles, esta es una expresión. El significado es que hay líneas que no puedes cruzar sin consecuencias.

2) En ingles hay una expresión para los ondas. Cuando una roca es tirada al agua, puedes ver las ondas producidas y esparcidas en el agua. Se llama, “Ripple Effect” o “ efecto de ondas.”

March 12, 2010

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