restoring our biblical and constitutional foundations

                

Dios no me hizo para Sufrir

Parte III

Becky Lynn Black  

Esta es la última parte de nuestra historia, consideremos la razón final del sufrimiento.

Según las Escrituras, como las entiendo, hay  cuatro motivos para el sufrimiento. El primero  es la consecuencia para la independencia hecha por el primer hombre y la primera mujer. Ya que somos parte de la familia humana, todos nosotros sufrimos la consecuencia de la caída. Entonces nuestros cuerpos envejecidos, nuestras mentes son confundidas, nuestras relaciones son complicadas, etc. Esto es toda la consecuencia natural de vivir este lado de la maldición. Pero no llevamos este sufrimiento en desesperación. El que dio la maldición ha prometido venir El mismo y hacer un nuevo cielo y  tierra sin esta maldición.  Entonces como nosotros sufrimos, tenemos un ojo abierto a los cielos, esperando pacientemente por El a guardar su promesa.

La segunda razón por que sufrimos es porque la misma raya independiente mostrada en el jardín todavía está siendo mostrada hoy. Como nosotros mismos, o aquellos con quien nosotros nos relacionamos, el acto como Adán y Eva (la declaración de independencia de Dios y su camino), luego se da un efecto a causa del pecado. Muchas personas inocentes son atrapadas en el ondulación del agua. Todo el pecado afecta más que los que cometen el pecado; no hay ningún acto aislado de desobediencia. Mucho, mucho dolor existe en el mundo a causa de nuestra rebelión  obstinada. ¡Somos, de verdad, los niños de Adán y Eva!

Pero si confesaremos la ondulación que causamos, y respondemos con el perdón a aquellas ondulaciones causadas por otros, luego un aceite que cura fluye sobre la situación. Y aunque habrá una cicatrización que dura toda la vida, podemos escoger abrazar aquella cicatriz  y dar la bienvenida al dolor residual. Ya que es a menudo que la cicatriz y el dolor residual nos ayude a considerar  nuestras opciones futuras.

Debemos considerar nuestro objetivo en la vida. Vivir sin el dolor y el sufrimiento no es un objetivo digno. Pero vivir una vida creciendo en santidad, creciendo en intimidad con nuestro Salvador, creciendo en solidaridad con su plan- ¡Esto vale cada precio! Y si el Señor puede usar el dolor residual de los actos de rebelión por nosotros o aquellos asociados con nosotros, entonces nos dejan dar la bienvenida a aquel dolor y someterlo a los resultados de purificación.

La tercera razón del sufrimiento puede ser nuestra experiencia es debida a nuestra asociación con Cristo Jesús. Ahora, obviamente, ¡aquellos cuyas vidas no tienen ninguna marca del Salvador no sufrirán por El!  Pero nosotros que le somos dedicados a Él y a su Reino, seremos odiados,  burlados, ridiculizados, despreciados y perseguidos por los que no lo aman a Él.

Jesús el mismo advirtió a sus seguidores que esto pasaría.  Y el libro de los Hechos, así como en muchas secciones de las Epístolas, dice las historias de este sufrimiento.

Hoy en día no es diferente de antes, aunque el sufrimiento podría estar en una vena ligeramente “más sofisticado” (1).  Hoy en día, aquellos que en nuestro país se identifican con el Salvador, no podrían ser promovidos en su lugar de trabajo o podrían burlarse en la cancha, o podrían ser omitidos en conversaciones. (En otros países, como Etiopia, ellos todavía son golpeados, son dejados en las calles y sus casas son quemadas, etc.).

Si no sentimos alguna oposición de parte de los no creyentes, entonces debemos examinarnos  para ver si de verdad estamos siguiendo a Jesús. Su camino va en la dirección opuesta a la sociedad. Donde la Sociedad dice “Pelear,”  el dice “Rendirse.” Donde la Sociedad dice “Guárdale.” El dice, “Déjalo.” Donde la Sociedad dice “Toma la venganza,” El dice, “Ama y perdona.”

Si realmente estamos viviendo en su camino, entonces  podríamos en cualquier momento estar en un contraste agudo para aquellos alrededor de nosotros. Y luego ellos comenzarían a odiarnos, nos despreciarían. Esto es el conflicto de dos vistas mundiales (2), dos leyes, dos caminos. ¿Cómo podemos viajar juntos por la vida con aquellos alrededor de nosotros, a no ser que nosotros estemos de acuerdo en nuestra dirección y método de viaje? Si seguimos a Jesús, y ellos no lo hacen, únicamente el resultado será conflicto. 

Y el conflicto trae sufrimiento.

Entonces ¿Cómo podremos responder a este sufrimiento? Con paciencia,  con  compasión, con bondad. No buscamos la venganza. No buscamos la justicia. No peleamos por nuestros “derechos.” Respondemos a aquellos sin Cristo con humildad, recordando que una vez nosotros éramos como ellos. Y, por la gracia de Dios que abrió nuestros ojos al Salvador, ¡si no estaríamos como ellos!

Entonces nuestro sufrimiento es mezclado con el gozo que somos “considerados dignos” para sufrir a causo de su nombre. Hay paz, radiante, sentimiento de alegría adentro que no puede ser pisoteado por las burlas, el prejuicio, las acusaciones, ni el desprecio de quienes no siguen a Jesús.

La última razón para el sufrimiento que he encontrado en las Escrituras es que muestra tan claramente en el Libro de Job, así como en otras secciones de las Epístolas. Simplemente, eso es: Hay alguien que luchara a la muerte para destruir el Reino del Señor Jesús. El tiene muchos nombres: Satanás, El Maligno, El Padre de las Mentiras, El Ángel de la Luz, El Malvado, y El Engañador.

El tiene muchos nombres, pero únicamente un solo objetivo. Su objetivo exclusivo es de destruir todo lo que el Dios el Señor ha creado—destruir cosas físicas, desgarrar relaciones, quitar gozo, y romper corazones. Por todas partes que el va y cualquier cosa que él hace, su objetivo es destruir.

Este Maligno puede traernos sufrimiento personal el anda buscándonos a nosotros y aquellos asociados con nosotros. ¡Su camino es tan malévolo, es completamente malo, tan detestable, tan engañoso! El estará al acecho en el momento que nosotros menos lo esperamos, y luego el atacara. Algunas veces el salta a nosotros después de que hemos experimentado una fantástica  victoria espiritual en el Señor. A veces el nos capturara cuando las hormonas, o la fatiga, o el dolor atormenta nuestras mentes y cuerpos. Algunas veces el pondrá su trampa cuando nosotros estamos haciendo las cosas de nuestra vida cotidiana.

Siempre, él y sus demonios sirvientes están esperando para destruir. Y su interés es sobre aquellos que están activos en el Reino. Su último odio es el Señor Jesús y su Reino. Entonces si estamos dedicados al Salvador, tenemos el interés muy especial y el odio del maligno.

¿Le asusta esto? ¿La realidad del maligno le hace querer escapar del Salvador y su camino en su vida?  ¿Usted está nervioso, intranquilo para la obediencia al Señor, sabiendo que con la obediencia vendrá el sufrimiento causado por el  maligno?

Déjeme alentarle. ! El Salvador fue ya azotado! Y todos nosotros necesitamos hacer es (1) Recordar que el Diablo existe para destruir el Reino del Salvador entonces debemos estar alertas a él, y (2) Practicar las instrucciones de las Escrituras en como “lucharlo.”

Las Escrituras nos ensenan muy claramente que el Diablo es ya condenado, que el Señor Jesús es el que luchara (no nosotros), y que nosotros simplemente debemos poner su armadura para estar protegidos de la destrucción por el maligno. Efesios 6 nos explica la armadura del Señor Jesús: conozca la Verdad, viva en Honradez, este ocupado en el servicio del Evangelio, responda con Fe, recuerde el camino de Salvación, obedezca al Espíritu ensenado en las Escrituras, tenga una conversación continua con el Señor acerca de su situación, manténgase diligentemente, este unido a otros soldados (del cuerpo).

Si desarrollamos un estilo de vida de “un combatiente,”  el estilo de Jesús, entonces el Maligno tendrá la dificultad de tenernos. No sé si Job conoció que sus problemas eran debido a la tentación de Satanás de discrepar la relación de amor y de honor entre Dios y Job.  Desde la perspectiva de Job, ¡su vida se había hecho un problema grande! ¡El sufrió de cada modo posible! Pero su modo de vida antes de sus problemas estuvo de humildad ante Dios, y su modo de vida después de sus problemas comenzaron a permanecer inalterables.  “Aunque El me mate, aun continuare confiando en El.”

Nuestras vidas deben de ser las mismas. Debemos totalmente rendirnos al Señor y su camino. Debemos estar sujetos a la Verdad, obedientes al Espíritu en seguir  la verdad y completamente confiando en El cuyo nombre es la ¡Verdad!

Job sufrió enormemente por que el estuvo dedicado a la gloria del Dios vivo. El perdió a sus hijos, su salud, sus riquezas. Sus amigos más cercanos y su esposa se burlaron de él. El sufrió la mayor de las desgracias. Aun el “se cubrió” en la realidad de su Dios y en la honradez fidedigna de aquel Dios.  Y al final, Job aguanto al ataque del maligno y fue restaurado en todo lo bueno. Y  hoy el está de pie como un testimonio de la fidelidad de nuestro Dios en defensa de los creyentes.

Para mí, como miro este cáncer, no conociendo el futuro, mirando la triste estadística humana, he colocado el problema. Mi vida pertenece al Señor Jesús. El puede hacer conmigo como a Él le complace. Si este cáncer es debido a la Caída y la Maldición,  miro hacia El para restaurar mi cuerpo a un sin los efectos de la maldición del pecado. A mi conocimiento, no hay ningún pecado personal en mi o en los míos que fue el resultado del cáncer; no es debido al pecado personal. Esto no es resultado de mi identidad con Cristo, causada por el odio y la persecución de quienes lo odian. Si ha surgido esto es por que el maligno me ha apuntado debido al gran trabajo de Dios, que se está haciendo en Etiopia. Quizás esto es así, probablemente no sabré hasta alcanzar el cielo.    

Pero independientemente de la razón especifica de este cáncer, se una cosa: la solución para el sufrimiento es el Hijo. Solo El, quien es llamado “El Hombre de Sufrimientos,” quien pues totalmente entiende todo el sufrimiento y puede llevarnos con su propio poder a través de la temporada del sufrimiento.

Y al final, cuando todo en la Vida está cerrado, es El que recibe la gloria, como el que redimió su creación del maligno y del pecado. ¡A Él sea toda la Alabanza!...

(Lecturas recomendadas: Job 1:1-22; Efesios 6:10-20; 1 Tesalonicenses 2:17-18; 1 Pedro 1:3-16, 2:1-12 y 19-25, 3:14-4:6, 4:12-19, 5:6-11; Hebreos12:1-4; Apocalipsis 20:7-10.)

 

Notas:

1) Eso es una expresión idiomática usada en Ingles para describir dos cosas muy similares. 

2) Eso es otra expresión en Ingles que significa una perspectiva a pensar para el mundo. La vista mundial es la perspectiva que una persona tiene a pensar y evaluar las cosas pertenecientes al mundo.

May 9, 2010

Back to daveblackonline